Reunión con representantes de la Corporación Financiera Internacional

El 31 de agosto, integrantes del Grupo Guayubira se reunieron con cuatro altos funcionarios de la Corporación Financiera Internacional (CFI), que es la agencia del Banco Mundial que otorga préstamos al sector privado.

La reunión había sido solicitada por el Sr. Mark Constantine (del Departamento de Industrias y Servicios Globales de la CFI), en el marco de la evaluación que dicha institución está llevando a cabo acerca de los impactos acumulados de las fábricas de celulosa que Botnia y Ence planean instalar, para lo que han solicitado préstamos de la CFI.

Al comienzo de la reunión, los funcionarios de la CFI se disculparon por no haber respondido a la carta abierta enviada por Guayubira el 3 de julio, en la cual destacaba las razones por las que entendía -junto con cientos de firmantes de Uruguay, Argentina y el mundo- que la CFI no debería financiar estas plantas de celulosa. Aclararon sin embargo, que la carta había sido analizada en profundidad y que los planteos allí expuestos serían tomados en cuenta.

A continuación, Guayubira expuso el profundo malestar que habían causado las declaraciones públicas del Sr. Guillermo Madariaga, consultor de la empresa Pacific Consultants International, contratada por la CFI para llevar a cabo el estudio de impactos acumulados. Se preguntó si dichas declaraciones reflejaban la posición oficial de la CFI, dado que en caso de ser así, ponían en cuestión la seriedad del proceso en su conjunto.

Los representantes de la CFI respondieron que ellos también estaban descontentos con las declaraciones de Madariaga, que habían puesto en juego la credibilidad del banco y que así se lo habían hecho saber. Dijeron que las declaraciones de Madariaga sencillamente no eran ciertas y que incluso éste había dicho que algunas de sus opiniones habían sido mal interpretadas. En contraposición a las afirmaciones atribuidas a Madariaga, afirmaron que el estudio efectivamente incluye los impactos en Argentina, que la decisión de la CFI aún no está tomada y que el análisis de los impactos acumulados es parte del proceso y hasta tanto el informe no esté terminado no se tomarán decisiones con respecto al financiamiento de los proyectos.

Aclarado ese punto, los miembros de Guayubira expusieron los principales impactos que el modelo forestal-celulósico implicaría:

– la pérdida de fuentes de trabajo en el sector rural por el avance de la forestación

– las malas condiciones de trabajo en el sector forestal

– el agravamiento de impactos ambientales (agua, suelo, flora, fauna), con consecuencias sociales (pérdida de agua y plagas que afectan a la ganadería y la agricultura)

– expulsión de pequeños productores agropecuarios

– la pérdida de fuentes de trabajo en el sector turístico, tanto en Río Negro como en Gualeguaychú

– la pérdida de fuentes de trabajo en la apicultura, la pesca artesanal y la pesca recreativa en ambas márgenes del río

– la escasa generación de puestos de trabajo en las fábricas

– los impactos sobre la caminería rural y rutas nacionales

– los problemas de salud resultantes de la presencia de contaminantes

– el aumento en la emisión de dioxinas en violación al Convenio de Estocolmo

– los impactos aún no evaluados de otros componentes de los proyectos, tales como la producción de dióxido de cloro y el transporte carretero o fluvial de productos químicos peligrosos

– los prácticamente nulos ingresos del Estado en materia de ingresos por el otorgamiento de zonas francas a ambos proyectos

Guayubira pasó luego a detallar una opción alternativa a la producción de celulosa a partir de la madera ya plantada, basadas en tres criterios centrales: 1) la mejora en la calidad de vida; 2) el aumento en cantidad y calidad del trabajo y 3) impactos ambientales mínimos. Bajo ese enfoque se plantea el desarrollo de una industria integrada de la madera, desde la producción de madera aserrada a la producción de viviendas, orientada tanto hacia el mercado interno como hacia la exportación. Al mismo tiempo, la integración de dicha industria con el uso de leña como combustible, en lo que Uruguay tiene una larga experiencia.

Los funcionarios de la CFI manifestaron que si bien ya estaban al tanto de muchos de los puntos planteados en la reunión, otros les habían resultado novedosos e importantes y que serían tenidos en cuenta. Finalizaron diciendo:

– que van a estudiar si los proyectos de fábricas de celulosa se adaptan al país

– que una vez que los informes estén listos, van a estar disponibles para todo el mundo

– que no saben cuánto tiempo llevará el estudio

– que quieren hacer un informe respetable, basado en evidencia sólida, hechos, ciencia y números.

About Grupo Guayubira

El grupo "Guayubira", fue creado en mayo de 1997, para nuclear a personas y organizaciones preocupadas por la conservación del monte indígena y por los impactos socioeconómicos y ambientales del actual modelo de desarrollo forestal impulsado desde el gobierno. El grupo aspira a tener incidencia a nivel nacional y local para implementar medidas que ayuden a la conservación del monte indígena y a modificar el actual modelo insustentable de desarrollo forestal basado en los monocultivos de árboles a gran escala.
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