“Leñerías” compiten por madera con multinacionales de la celulosa… y se acentúa la presión por tala sobre el monte nativo.

Una vez más el impacto de las fábricas de celulosas en la disponibilidad de madera es noticia en la prensa nacional y motivo de preocupación para aquellos que dependen para subsistir de la venta de madera así como para aquellos que velan por el uso responsable y la conservación del monte nativo.

El diario El País (1) expresa que al comenzar la zafra para los vendedores de leña, ya que la temperatura llegó a -3°C, los precios se dispararon y ya hay varios departamentos en que falta el producto por la competencia entre los “leñeros” y las plantas de celulosa.

Según el testimonio de un trabajador de una leñera de Maldonado, las leñerías sufren la competencia generada por la instalación de las plantas pasteras en el país. “Es difícil conseguir gente que corte la leña y luego espere un año para vendérsela después a las leñerías. Es más fácil llevársela a UPM o Montes del Plata. Llevan la leña verde y agarran plata enseguida”, dijo.

Por otro lado, esta situación impacta directamente en el monte nativo, ya que crece la tala de especies nativas en distintos puntos del país. La falta de leña de eucaliptus lleva a que muchos consumidores busquen en la flora autóctona una alternativa, algo que está prohibido para algunas especies y regulado para otras, explica el diario.

En otras oportunidades Guayubira ha destacado esta competencia despareja entre estas mega-fábricas y las producciones locales, ver “Alarmas ante el modelo forestal celulósico” http://www.guayubira.org.uy/2011/02/alarmas-ante-modelo-forestal-celulosico/

1.- Nota elaborada en base a extractos del siguiente artículo publicado por Diario El País, 27 de julio de 2014:

Calefacción: Leña escasea en algunos departamentos; el precio se disparó

“Leñerías” compiten por madera con multinacionales de la celulosa

El viernes comenzó la zafra para los vendedores de leña ya que la temperatura llegó a -3°C. Los precios se dispararon y ya hay varios departamentos en que falta el producto por la competencia entre los “leñeros” y las plantas de celulosa.​

En Maldonado el consumo de leña es de difícil acceso para los hogares de clase media pero no para aquellos que pueden invertir en estufas de última tecnología que pueden calentar viviendas de hasta tres dormitorios con treinta kilos diarios.

“Para la clase media es un privilegio consumir leña. Una casa común de tres dormitorios gasta 1.500 kilos por mes. Hablamos de unos 5 mil pesos por mes. Hace tres o cuatro años atrás eso no pasaba. Por eso la leña no es para todos”, explicó a El País Gastón Clavijo, de Leñería Vialidad, la más importante de Maldonado.

El empresario aseguró que los clientes de mejor posición compraron estufas que reducen el consumo de leña. “El que tiene plata compró las estufas que consumen treinta kilos por día y calientan toda la casa”, dijo Clavijo. “Antes gastaban 150 kilos diarios. Invierten US$ 5.000 que es lo que cuesta la estufa y las tuberías para toda la casa. Son estufas inteligentes que cuando calientan cortan”, dijo.

Competencia.

Clavijo explicó que las leñerías sufren la competencia generada por la instalación de las plantas pasteras en el país. “Es difícil conseguir gente que corte la leña y luego espere un año para vendérsela después a las leñerías. Es más fácil llevársela a UPM o Montes del Plata. Llevan la leña verde y agarran plata enseguida”, dijo.

A esto se agrega que la leña de eucaliptus colorado tiene un mercado firme y que paga mejor en Montevideo. “En Maldonado no hay tanta leña colorada porque en Montevideo se paga mejor porque hay un mercado fijo, pizzerías y restaurantes. El precio final en Montevideo es de $ 4 pesos. Acá es de $ 3 pesos”, agregó.

En las leñerías de Maldonado una tonelada de leña de eucaliptus cuesta unos $ 2.890 y cada cien kilos $ 330. La coronilla sale $ 5.000 la tonelada y $ 550 cada cien kilos.

En Salto, los vendedores de leña se abastecen con los desperdicios de los aserraderos. “Lo que no sirve para postes o tablones se transforma en leña; hablamos que es un treinta por ciento lo que queda sin industrializar”, dijo José Luis Irrazábal de leñería “El Ñandubay”.

Sin embargo, en Fray Bentos donde funciona UPM, el acceso a leña para calefaccionar ambientes no es un problema. En los últimos tiempos se ha transformado en una fuente de ingreso para muchas familias que consiguen permisos en campos sobre las costas del río Uruguay y Negro o en predios de AFE.

El valor de la leña oscila entre $ 1.500 y $ 2.500 la tonelada.

En Durazno el problema es la dificultad para sacar la leña de los montes. “Ha llovido mucho y el barro complica todo”, sostiene Richard Correa, un empresario dedicado hace doce años a proveer leña para estufas y salamandras a decenas de hogares duraznenses. “Hay quienes tienen montes propios y otros que tercerizan; nosotros compramos para revender; pero para todos el problema es el mismo”, agregó.

A causa del barro “hay que adentrarse hasta 4 kilómetros a campo traviesa para poder sacar la producción; se utilizan tractores para sacar los camiones y hay quienes sacan la leña en carros tirados por caballos”, señaló el vendedor a El País.

En Melo se vendieron aproximadamente 500.000 kilos de leña entre miércoles, jueves y viernes pasado. La demanda supera a inviernos anteriores y no ha dado tiempo para una reposición adecuada, según Teresa Chane, principal de una de las leñerías más grandes de Melo indicó que “el faltante de leña obedece al mal estado de la caminería rural para poder cargar hacia la ciudad”.

Producción: Marcelo Gallardo, Luis Pérez, Néstor Araújo, Daniel Rojas y Víctor Rodríguez

Crece tala de flora autóctona

La falta de leña de eucaliptus lleva a que muchos consumidores busquen en la flora autóctona una alternativa, algo que está prohibido para algunas especies y regulado para otras. En Durazno los “carreros”, desafiando los controles de la Policía y del Departamento de Medio Ambiente de la Intendencia se las ingenian para hacer su negocio. “La leña que ofrecemos nosotros suple de alguna manera la merma de eucaliptus y otras maderas propensas a un buen fuego que dé calor”, dijo Sergio, uno de los “leñeros” clandestinos, mientras se adentra en los montes autóctonos del río Yi.

Con respecto a supuesta tala indiscriminada de monte nativo en Colonia, un empresario del sector dijo a El País que los vendedores de leña no se arriesgan por el control policial existente. Al estar prohibida la venta de leña de monte autóctono, la policía incauta los vehículos que la transportan.

Algunos vecinos de Santa Ana, un balneario cercano a Colonia, han reconocido que desde algún tiempo escuchan tala en un inmenso monte nativo de la zona. Indicaron que se siente motosierras que incursionan en terrenos y talan en la mayoría de las oportunidades sin permiso de la comuna.

http://www.elpais.com.uy/informacion/lenerias-compiten-madera-multinacionales-celulosa.html

About Grupo Guayubira

El grupo "Guayubira", fue creado en mayo de 1997, para nuclear a personas y organizaciones preocupadas por la conservación del monte indígena y por los impactos socioeconómicos y ambientales del actual modelo de desarrollo forestal impulsado desde el gobierno. El grupo aspira a tener incidencia a nivel nacional y local para implementar medidas que ayuden a la conservación del monte indígena y a modificar el actual modelo insustentable de desarrollo forestal basado en los monocultivos de árboles a gran escala.
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