Detienen destrucción de monte indígena

Levedad de sanciones no ayuda a proteger el monte frente al avance sojero

Martes 30 de junio, kilómetro 329 de la ruta 21, departamento de Soriano. Un monte indígena a orillas del arroyo Bizcocho está siendo destrozado. Maquinaria pesada arranca uno a uno los árboles, de raíz. Aproximadamente la cuarta parte del monte, de unas 20 hectáreas , ya ha sido destruida.

El Departamento de Bosque Nativo de la Dirección General Forestal, recibe una denuncia telefónica que da cuenta de la situación. Al día siguiente, un equipo de inspectores visita el lugar y constata que se viene realizando una tala ilegal de monte indígena. Se labran las actas correspondientes y comienza una instancia jurídica que puede terminar en una multa al establecimiento y el decomiso de la maquinaria.

Gracias a la conciencia del vecino denunciante y a la rápida y eficiente acción del organismo de contralor, la destrucción del monte se detiene.

¿Pero, realmente se detiene? Aun cuando, como en este caso, los mecanismos de defensa del monte funcionen de forma aceitada, las herramientas jurídicas con las que se cuenta no alcanzan para asegurar la protección de estos ecosistemas únicos.

Sanciones totalmente insuficientes

¿Cuál es el valor de una hectárea de monte? Pregunta difícil, pero a la que de hecho se le da una respuesta cuando se establecen las sanciones por destruirlo.

Un boleto de ómnibus cuesta 17 pesos. Imaginemos que a quien no lo pagase, se le cobrara una multa. Si la multa costase 10 pesos, ¿quién pagaría boleto? Obviamente, la gran mayoría de los pasajeros optaría por pagar la multa, que sería, por la vía de los hechos, el precio real del boleto.

Cuando se establecen las sanciones por una infracción, siempre se toma en cuenta el costo que implica la infracción para fijar el costo del castigo. Se supone que las sanciones deben funcionar como un disuasivo, que no debería ser preferible cometer un acto ilegal y cumplir con la sanción que actuar correctamente. Lamentablemente, esto no siempre es así. En el caso de la destrucción de monte indígena, las sanciones previstas están lejos de cumplir una función disuasiva.

Hoy en día, el avance de los cultivos de soja transgénica representa una de las principales causas de destrucción de nuestros montes indígenas. Quienes cultivan soja, las más de las veces son empresarios argentinos que lo hacen en tierras arrendadas. Su interés es obtener la mayor cantidad de rédito económico en el plazo más corto posible. Así las cosas, los montes indígenas no representan para ellos más que un obstáculo. Es exactamente lo que sucedió en el caso que relatamos: el establecimiento Santa Eulalia, donde se constató la tala ilegal de monte indígena, está arrendado a productores de soja.

El altísimo valor de los servicios ecosistémicos que brinda el monte, no entran en su cortoplacista contabilidad. Dado los altísimos réditos que a corto plazo pueden obtener vendiendo soja, prefieren destruir los montes que se encuentren dentro de sus predios, y destinar esas superficies al cultivo de la “commodity” de moda. Si tienen la mala suerte de ser descubiertos, a lo sumo deberán pagar un multa que está muy por debajo de las ganancias que obtendrán gracias al desmonte. El monte, destruido, habrá sido sustituido por plantaciones de soja.

¿Y yo qué puedo hacer?

Afortunadamente, entre la población en general es creciente la conciencia respecto a la necesidad de proteger al monte indígena. El hecho relatado más arriba demuestra que siempre vale la pena denunciar. Ante la constatación de que se está talando monte indígena, se trata simplemente de levantar el teléfono y dar aviso al Departamento de Bosque Nativo del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (*). La tala puede haber sido autorizada (en algunos casos lo es) o puede ser ilegal. A través de este organismo, el estado cumple con la misión de sancionar a quienes destruyen el monte indígena.

Sin embargo, el marco jurídico en el que se encuadra la tarea de protección del monte indígena deja mucho que desear. A menos que todos quienes creemos que es importante la defensa del monte impulsemos sanciones mucho más severas para quienes lo destruyen, puede no estar lejos el día en que nos quedemos sin nada que defender.

Una posibilidad sería que ante la constatación de la destrucción de un monte, además de pagar una multa, al responsable se le prohíba explotar comercialmente ese espacio y que se le obligue a reforestarlo con especies nativas que permitan la regeneración del monte. La destrucción dejaría de ser negocio y la supervivencia del monte indígena dejaría de depender del precio de la soja.

(*) Teléfonos: (02) 915 1900 – 915 3272 – 915 3436. Fax: (02) 915 1900 int. 219.

Grupo Guayubira, Julio 2010

About Grupo Guayubira

El grupo "Guayubira", fue creado en mayo de 1997, para nuclear a personas y organizaciones preocupadas por la conservación del monte indígena y por los impactos socioeconómicos y ambientales del actual modelo de desarrollo forestal impulsado desde el gobierno. El grupo aspira a tener incidencia a nivel nacional y local para implementar medidas que ayuden a la conservación del monte indígena y a modificar el actual modelo insustentable de desarrollo forestal basado en los monocultivos de árboles a gran escala.
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4 comentarios sobre Detienen destrucción de monte indígena

  1. claudio martins says:

    Necesito mas informacion referente al grupo Guayubira. Estoy en rivera y no se donde denunciar la destrucion del monte indigena sobre las nacientes del arroyo cuñapiru. Espero una orientacion de ustedes desde ya les agradesco.

  2. claudio martins says:

    Necesito mas informacion referente al grupo Guayubira. Estoy en rivera y no se donde denunciar la destrucion del monte indigena sobre las nacientes del arroyo cuñapiru. Espero una orientacion de ustedes desde ya les agradesco.

  3. Hector Ney Silva says:

    Estoy totalmente de acuerdo con lo expresado, pero ademas considero necesario que los gobiernos departamentales tambien puedan colaborar y apoyar las tareas de contralor. Soy edil departamental en Rivera y desde 2010 vengo denunciando la tala y comercializacion de montes nativos, realice un proyecto de ordenanza para que la direccion de medio ambiente de la comuna tuviera un marco juridico para actuar en la planta urbana penalizando a los que comerciantes que venden y a las parrilladas que consumen en cantidades, con el pensamiento de que si sancionamos al que comercia y consume desestimulara el corte, lamentablemente desde la asesoria juridica se niegan avalar esto con el argumento que es potestad del MGAP, pero yo tengo informaciones de que existen preciones por parte de las Parrilladas ya que aducen que usando otro tipo de leña que aqui en el departamento hay y mucha los costos les aumenta pues necesitan mucha mas leña y la diferencia en precio no es tanta, por ahora estoy bastante solo en la lucha aqui en el departamento pero no sejo en ella, ya realice denuncia en el Departamento de Montes Nativos, aun no han procedido, daremos un plazo y veremos. Tengo mucho material fotografico alguno esta circulando en Facebook, yo autorizo a que si quieren publiquen este comentario y si desean algun material fotografico me avisan y les envio sin drama la idea es colaborar con la causa . Un abrazo

  4. […] Sin desmedro de todo lo anterior, el aumento de las multas previstas para casos de tala de monte es un reclamo válido por sí mismo, y es algo que el Grupo Guayubira venía haciendo hace tiempo. Ver un ejemplo en “Detienen destrucción de monte indígena” http://www.guayubira.org.uy/2010/07/detienen-destruccion-de-monte-indigena/. […]

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